martes, 28 de enero de 2014

Qom (Tobas)

INTODUCCION

En la provincia del Chaco, Formosa, norte de Santa Fe, Santiago del Estero y Salta en Argentina (el antiguo gran Chaco Gualamba), también en Paraguay habitan los qom (tobas). La mayoría viven en el monte sin ser propietarios de la tierra que ocupan, salvo unos pocos que tienen las escrituras, pero el monte ya no es tan rico y sin límites como cuando vivían sus antepasados. Otros habitan barrios suburbanos. Hay una gran migración a las ciudades de Rosario y Buenos Aires.
Los qom presentan varias problemáticas en la salud, tierra, educación y trabajo. Algunas de ellas son:  

Provincia del Chaco
Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados de la provincia: presenta  denuncia recibida de comunidades qom de Maipú y Barrio Belgrano sobre basural a cielo abierto instalado por municipio de La Leonesa. Datos sobre demanda del Defensor del Pueblo contra el Estado por condiciones infrahumanas de indígenas en Chaco.

Provincia de Formosa
Comunidad Toba (Qom): buscan solución de demandas territoriales y denuncian desalojo violento y muerte ocurrida en noviembre de 2010. Buscan mesa de diálogo con Formosa;  denuncia criminalización de miembros de la comunidad por sucesos de noviembre de 2010, y falta de reconocimiento de su líder. El cacique Félix Diaz
El cacique de la Comunidad toba de la Ciudad de Clorinda pide por la falta de terrenos para comunidades.
La mayoría vive en condiciones precarias, sin territorio y sin documentos nacionales de identidad (son considerados paraguayos) y  falta de educación intercultural.
Existen problemas en el reconocimiento de territorio por parte de los criollos, denuncian de que individuos están alambrando sus territorios; necesidades en vivienda y salud.
Comisión Interétnica de los estudiantes de los Pueblos Originarios (Wichi, Qom, Pilagas)de la Universidad Nacional de Formosa: invitan al Primer Congreso Latino Americano de Estudiantes de Pueblos Originarios; solicitud de financiamiento para congreso. 
Los miembros de la comunidad Santo Domingo: denuncian la usurpación de sus propiedades y no cuentan con título de las mismas.
Los miembros del Concejo de Comunidades Originarias: denuncian problemas territoriales y hechos de violencia.
Comunidad Aborigen Km. 503: han solicitado a autoridades ampliación de medición de territorio por riesgo de inundación, y hay riesgo de desalojo.

Salud

En el 2001 el censo del Instituto Nac. de Estadísticas y Censos (INDEC), declaró que 69.452 son habitantes qom asentados en chaco, Formosa y en los suburbios de Rosario y Buenos Aires son qom. Estos indígenas que sobreviven a la extrema pobreza, traducida principalmente a la falta de alimentos y enfermedades severas. Esta zona del país registra los índices más altos de necesidades básicas insatisfechas y las cifras más altas de mortalidad materna e infantil. La desnutrición, la tuberculosis, y el mal de Chagas, entre otras enfermedades, hacen estragos.
A 10.8 km esta el centro de salud-El cic, centro de integración comunitaria (allí se encuentra el centro de salud)-sus problemas son: 
La distancia entre los indígenas y con el centro de salud.
Personal insuficiente.
Incomunicación por no tener un idioma en común.
No se realizan acciones preventivas .
Otro problema que empeora su salud es el estado de las viviendas, son viviendas precarias, paredes de adobe, o medias palmeras, piso de tierra, techos de paja en algunos casos de chapa. La mayoría viven hacinados, escasos muebles, pocos elementos de cocina, poca ropa. Alimentos mucho mate con tortilla de harina a la parrilla y la mayoría de las veces comen guiso que casi es una sopa. Atención sanitaria y prevención de la salud escasa, por la discriminación no son atendidos diligentemente, para ellos no hay turnos, siempre pasa primero el criollo.
En estos tiempos, siglo XXI, resulta increíble que nuestros pobladores nativos continúen viviendo el “etnocidio” encubierto. Las estadísticas nefastas, por desnutrición y falta de atención médica, aparecen en los medios de comunicación, incluso en la prensa mundial. Mientras que los únicos responsables, autoridades de todos los niveles, atienden prioritariamente sus campañas políticas. Minimizando el tema, continúan el flagelo histórico. Hoy, dentro de la Reserva Qom y los alrededores, cuidadosamente se mantiene oculto el hecho de que la Tuberculosis se encuentra fuera de control entre los indígenas. Los diferentes elementos, como el agua con arsénico, la mala alimentación y falta de limpieza, ubican a la gastroenterocolitis entre los problemas más serios, junto con el mal de Chagas. En momentos de realizarse este trabajo, se ha informado que la vinchuca ha desarrollado resistencia a los tóxicos con que se la combate.
La desnutrición completa el cuadro de situación para la población Qom.
Las grandes distancias entre viviendas y puesto sanitario, la pobreza, la imposibilidad de pagar transporte y medicamentos, mas largas esperas, contribuyen a que se recurra poco al Puesto. Los tratamientos prolongados no se pueden controlar y a veces, son interrumpidos.
Esto produce el empeoramiento del paciente y la correspondiente agudización del problema. En caso de ser necesaria la internación, lo trasladan al hospital de Castelli (70 Km.), por ser el pueblo cabecera de esa región.
Los miembros de la familia rara vez lo aceptan, por carecer de dinero para acompañar al paciente, ya que el hospital no contempla la admisión de un acompañante.
El desarraigo es algo que también sufre el que debe internarse, solo, entre extraños, sin recursos y sin saber de su familia. En la Villa Río Bermejito, existe un Puesto Sanitario cuyas dependencias están marcadamente por debajo del nivel de las escuelas vecinas. Lejos está de las condiciones que debería tener un centro asistencial en ese lugar y con ese clima.
El Puesto cuenta con dos vehículos y el hospital más cercano al que se derivan a los pacientes necesitados de una atención más compleja, es el de J.J. Castelli, a 70 km. de distancia. Habría que agregar que 13 km. son totalmente intransitables si llueve.
El hacinamiento en chozas o ranchos, compartido con los perros, agrega la sarna, a los problemas antes vistos.
Además la existencia de víboras causa accidentes, sobre todo en el fuerte verano. Los “médicos” o curanderos de esas comunidades o grupos, actúan a la usanza antigua de los “piogonak”, chupando la sangre en el lugar de la mordedura, aplicando luego un emplasto de yuyos. Los resultados son nefastos para la víctima, toda vez que la toxina requiere un inmediato tratamiento con el antídoto adecuado, como única solución válida. En definitiva, el actual sistema (político-sanitario) debe ser cambiado de inmediato. Funcionarios de todo nivel han tenido y tienen, mucho sufrimiento y muerte en sus conciencias.

Tierra

La situación de la tenencia de tierras de los pueblos indígenas en el país deriva de la desposesión histórica de grandes extensiones de sus tierras por estancieros y por la presencia de empresas agropecuarias, petroleras y mineras que operan en tierras reclamadas por comunidades indígenas. La mayoría de las comunidades indígenas del país no cuentan con un reconocimiento legal de sus tierras acorde a sus forma de uso (sin titulo de propiedad).
 Varias comunidades indígenas reportaron haber cumplido con los requisitos de los programas federales o provinciales de relevamiento y titulación territorial, sin obtener una respuesta de las autoridades competentes. En algunos casos, las comunidades reportaron haber entregado su documentación en diversas ocasiones durante períodos de hasta 15 años, y repetidamente se les informaba que les hacía falta la documentación requerida, por lo que debían comenzar con el proceso de solicitud de nuevo. Las demoras se han debido a distintos motivos, entre ellos, la insuficiencia de fondos, la complejidad de las situaciones de tenencia de tierras, y la oposición por parte de los terratenientes u otros.
 Otro factor que ha contribuido a la demora en el reconocimiento y protección de las tierras indígenas es la inadecuada coordinación entre el INAI y las provincias en la implementación de la legislación nacional. Se ha reportado que en ciertas provincias, el relevamiento no comenzó debido a desacuerdos en su ejecución e incluso a la negativa por parte de ciertas provincias en reconocer los derechos reclamados por los pueblos indígenas. Cabe notar que la normativa nacional refleja la necesidad de coordinación y uniformidad de criterios empleados por los gobiernos federales y provincial en temas indígenas.
Tras el proceso de conquista, el pueblo toba fue despojado de sus tierras ancestrales y se vio forzado a adoptar un estilo de vida que le era ajeno, con el consecuente y violento descalabro de su cosmogonía, y el trastrocamiento de sus costumbres, tradiciones y organización social. 
El proceso de conquista fue continuado y agravado por una política de exclusión sistemática. 
Expulsados de su patria histórica, los pueblos originarios tampoco fueron aceptados en la nueva sociedad. El Estado les negó toda forma de asimilación y participación, y no hubo lugar para ellos, salvo como mano de obra barata en los nuevos engranajes productivos. 

Mientras los pueblos originarios eran vistos como símbolos del atraso y la barbarie, los colonos ocupaban la región de acuerdo a las pautas estatales de poblamiento: recibían tierras y facilidades del Estado, desarrollaban actividades productivas y comerciales, y ejercían cargos administrativos y de gobierno, atribuyéndose la función mesiánica del progreso regional, en nombre del trabajo, el desarrollo y la civilización. 

Tras la usurpación de sus territorios y el despojo de sus recursos, muchos tobas se transformaron en peones rurales. Trabajaron en los ingenios, en los obrajes, en las compañías forestales y en la cosecha del algodón, siempre subsistiendo en infrahumanas condiciones de explotación, sin acceso a los servicios básicos, realizando las actividades más insalubres, percibiendo bajísimos salarios, en jornadas interminables, durmiendo hacinados en cuartos precarios, siempre en beneficio de los emprendimientos productivos establecidos por el blanco, sufriendo matanzas y persecuciones si se manifestaban en rebeldía o expresaban su descontento.
Los niños que iban a la escuela recibían instrucción en un idioma que no les era propio y en las clases se les relataba una historia donde a sus ancestros sólo les cabía el papel de salvajes. 

A lo largo del siglo XX, las comunidades tobas fueron cayendo en un grado de postergación tal que gran parte de su población fue presa de la desnutrición, la tuberculosis y el chagas, con el terrible agravante de una sistemática falta de asistencia por parte del Estado. Los sucesivos gobiernos les han negado sistemáticamente el acceso a la salud, al trabajo, a la vivienda, les han usurpado los recursos, y ante la muerte de los aborígenes, el Estado se desentiende de toda responsabilidad: "Yo no los maté", dice, mientras desatiende sus propias obligaciones y viola las propias leyes que lo determinan como representante oficial de todos los ciudadanos del territorio argentino.

Este es un recorte periodístico de los qom reclamando 600 hectáreas:

A 6 meses de la represión en Formosa: La cronología de la lucha Qom (comambiental.com.ar)
El 23 de noviembre, el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, ordenó la represión en la Ruta Nacional 86, donde miembros de la comunidad qom La Primavera reclamaban la devolución de 600 hectáreas que fueron tomadas para la instalación de una sede de la Universidad Nacional de Formosa. Ese día asesinaron a Roberto Lopez y unas 35 personas fueron detenidas. Luego, en un supuesto accidente en la ruta murió también Mario López (pilagá).
"Creíamos que cortar la ruta iba a ser la solución. Estuvimos 4 meses ahí en el corte. Y ahí murió mi papá. El gobernador mandó la policía y ahí lo mataron. Dio su vida para salvar nuestra tierra", dijo el hijo de Roberto Lopez a ComAmbiental. A dos días de ese episodio, Cristina Fernández ofreció un discurso desde la Casa Rosada anunciando la creación de obras energéticas en el NEA-NOA, en teleconferencia con el gobernador Insfrán, a quien felicitó por los avances en las obras. No hizo mención alguna a la represión contra el pueblo indígena.
Esperando a CFK. No obstante, luego de la represión, 70 integrantes de la comunidad se movilizaron hasta la Ciudad de Buenos Aires, y se instalaron en carpas en la intersección de Av. De Mayo y Av. 9 de julio, solicitando una audiencia con la Presidenta para que interceda en la solución del conflicto desatado con su aliado, Gildo Insfrán.
A un mes de la represión, y ante la falta de respuesta, el líder de la comunidad, Félix Díaz, dio comienzo a una huelga de hambre. Pocos días después, el Ministro del Interior, Florencio Randazzo, prometió otorgar una audiencia para iniciar un diálogo con la comunidad. Sin embargo, el encuentro fue suspendido 10 minutos antes de la hora pactada, y se concretó tres días después. 
Primera reunión. El 30 de diciembre, Félix Díaz se reunió con autoridades del Ministerio del Interior y otras departiciones nacionales para exponer las problemáticas territoriales y sociales que afectan a su comunidad. Allí se firmó un acta en el que las partes asumían el compromiso de establecer “acciones conjuntas dirigidas a resolver el conflicto”. Entre los compromisos puntuales, estaba gestionar los DNI que fueron quemados durante la represión.
Negociaciones. El pasado 2 de mayo, horas antes de que se concretara una conferencia de prensa con el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, el Ministro del Interior, Florencio Randazzo, convocó a Félix Díaz a una reunión en la Casa Rosada. Influyó también el pedido de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para garantizar la vida de los qom. Allí, tras varias horas de conversaciones, se firmó un acta de compromiso, cuyo punto principal es la creación de una Mesa de Diálogo y Trabajo integrada por dependencias del Estado Nacional y el formoseño y representantes de la Comunidad La Primavera, junto con organismos de derechos humanos.
La primera reunión se concretó el lunes 9 de mayo y se acordaron como puntos prioritarios: elegir a los representantes de la comunidad en asamblea, prohibir el arrendamiento de tierras en el marco de las normativas vigentes, solicitar al Parque Nacional Pilcomayo una evaluación técnica para solucionar la superposición en la tenencia de las tierras, avanzar en la aplicación de la Ley 26.160 y evaluar los avances realizados entre las partes.
Como parte de este acuerdo, Félix Díaz regresó a Formosa y participó de la asamblea realizada el 21 de mayo. Allí se decidió que el sábado 4 de junio se elegirán las autoridades de la comunidad, tal como se pactó en la reunión con Randazzo. Se invitó también a participar a Sanabria, pero no concurrió. "La propuesta de la fecha la presentaremos el 30 de mayo en Casa de Gobierno, en la Capital Federal", anunciaron a través de las redes sociales. Tendría que haber sido hoy, pero la reunión se habría suspendido, aunque también la marcha sigue en pie.

Educación

La experiencia negativa de asistir a escuelas no aborígenes, donde el niño convivía con compañeritos cuya lengua no entendía y además no podía comunicarse con el docente, hizo que comenzaran a luchar por una alfabetización en idioma materno. Surgieron los maestros aborígenes: el que sabía escribir enseñaba al que no sabía, luego los mema: maestros formados en escuelas secundarias y finalmente maestros de nivel terciario.
Los jóvenes toba exhiben una de las tasas de abandono escolar más altas de los pueblos indígenas del país. Seis de cada diez chicos de entre 15 y 19 años que asistieron alguna vez a un establecimiento educativo no completaron el ciclo primario. La falta de dinero para comprar zapatillas y útiles escolares y la necesidad de trabajar son algunas de las principales causas que explican este abandono de escolaridad.
La mitad de los chicos y las chicas no termina séptimo grado y que sólo un adolescente de cada cuatro ingresa a la escuela secundaria. No obstante, destaca también los esfuerzos de la Provincia del Chaco y del Gobierno Nacional por expandir la matrícula a través de programas como la Asignación Universal por Hijo y el Plan Fines. Según datos oficiales del gobierno de Chaco, el total de estudiantes indígenas en 2007 era de 14 mil, en el 2009 ascendió a 16.900 y, actualmente, la cifra supera los 21 mil.
El pueblo toba es el tercero en tamaño en el país y uno de los pocos que aún preserva su idioma nativo. A diferencia de los kollas o los mapuches que luchan contra la extinción de sus lenguas maternas, el 78% de la población toba utiliza la lengua indígena para comunicarse en el hogar y mantiene vivo el idioma de los ancestros.
Los jóvenes aprenden el español en la escuela como segundo idioma, pese a que muchas veces los docentes no conocen la lengua indígena de sus alumnos y no tienen herramientas para trabajar con ellos en las aulas. La falta de maestros indígenas bilingües y de programas interculturales en las escuelas, son sólo algunas de las barreras que los chicos encuentran a la hora de concluir su alfabetización con éxito.

Trabajo

Desde hace un año, la comunidad Qom “Potae Napocna Novogoh” (La Primavera) de la provincia de Formosa trabaja junto a docentes e investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) y de otras universidades en el desarrollo de su agricultura. A partir de esta iniciativa, cuyo objetivo es lograr que el pueblo produzca sus propios alimentos y comercialice los excedentes, recientemente se realizó con éxito la primera cosecha de maíces donados por la Federación Agraria y desarrollados por el programa de mejoramiento de la FAUBA.
El vínculo entre la comunidad Qom y la FAUBA comenzó en 2011, luego que el cacique Félix Díaz visitara la facultad junto al escritor y periodista Osvaldo Bayer para disertar sobre la situación de los pueblos originarios en relación a la tenencia de las tierras. La presentación derivó en un pedido de ayuda para iniciar trabajos agrícolas en la comunidad. Así fue cómo la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria (CALISA) de la FAUBA formó un grupo de trabajo para elaborar diferentes líneas de apoyo.
Según Libertad Mascarini, docente de la Cátedra de Floricultura de la FAUBA, quien también participó de la visita a La Primavera: “El Estado tiene una deuda muy grande con los pueblos originarios. Desde la FAUBA queremos asistirlos en la implementación de nuevas técnicas de producción, que estén integradas a su cultura, no asociadas a la rentabilidad”.
En este sentido, destacó que en la región que habitan los Qom en Formosa existen ejemplares de las palmeras Pindó, que poseen un alto valor en el mercado internacional. “Queremos hacer propagación sin depredar el monte. Hay muchas otras ornamentales y riqueza nativa que, sin descuidar la naturaleza, pueden convertirse en una fuente de ingreso”, apuntó.
La producción artesanal supone distintos aspectos de la elaboración de los objetos, según las distintas etapas que conlleva. Se trata de toda una gama de actos que se desencadenan mientras el artesano o la artesana realizan su trabajo y que reproduce y reelabora prácticas aprendidas desde distintas vertientes de su historia personal.
El proceso de trabajo es el resultado de una cadena de "actos profundos" y sucesivos de transformaciones que a su vez son consecuencia de procesos manuales. Se trata de una cadena porque cada eslabón en la elaboración de un objeto, constituye en sí un ciclo cerrado que deberá completarse antes de pasar al siguiente paso. En este sentido, son actos profundos pues implican una metamorfosis en cada fase: de materia prima en su estado natural a material maleable y de objeto formado a objeto decorado y terminado (Turok, 1988).
La producción artesanal implica la presencia de saberes y prácticas que comprenden distintos aspectos, tales como: la elaboración de las artesanías con las distintas etapas que conlleva, hasta la comercialización a través del "salir" a vender a negocios o en ferias.
Esta perspectiva nos conduce a la noción de habitus en tanto capacidades activas, inventivas, creativas de los artesanos, pues se trata de un conocimiento adquirido y un saber que puede llegar a funcionar como un capital. En otras palabras, el hábitus es un sistema de esquemas de percepción, una estructura mental a través de la cual es posible aprehender el mundo social, pero a su vez es un sistema de producción de prácticas (Bourdieu, 1999).
En ocasiones, los procesos de aprendizaje del oficio van más allá de un conocimiento sobre los procedimientos técnicos para la elaboración de las piezas y formas de comercializar la producción, que comprenden todo un cuerpo de valoraciones y creencias acerca de la práctica, que focalizan en la misma y a la vez se proyectan como imágenes sobre lo real y sobre maneras de ver el mundo.

Los canales de aprendizaje involucran principalmente a parientes (madres, padres, abuelas, abuelos, tíos, hermanos); conocidos y amigos; de manera autodidacta y; espacios de circulación/comercialización como ferias y mercados